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Kaine es un senador que construye puentes

Timothy Michael Kaine, el senador demócrata, ha llevado una carrera profesional y vital enfocada en el servicio público y la política. Abogado —graduado de Harvard— con una impresionante hoja de servicio en el área de la asesoría legal gratuita en comunidades necesitadas. Fue concejal y alcalde de Richmond, la capital de Virginia, para llegar a vicegobernador, luego a gobernador del estado, a presidente del Comité Nacional Demócrata y ahora senador. Era casi obligado que cuando Kaine visitó El Tiempo Latino, a mediados de diciembre, le preguntáramos si, con esa trayectoria, el siguiente paso sería la presidencia. El senador sonrió y me remitió a “donde comenzó todo”.

“Todo comenzó en Honduras, hace 35 años, con un grupo de misioneros jesuitas, ahí aprendí el poder del servicio público”, explicó Kaine. “Eso me llevó a convertirme en un abogado de derechos civiles y todas las posiciones que usted mencionó, pero en todo ese camino he estado siempre inspirado por la gente maravillosa con la que trabajé en El Progreso en Honduras y por esos grandes misioneros”.

Católico, casado con otra abogada que hoy es la secretaria de Educación de Virginia, Kaine tiene una hija universitaria, un hijo teniente en los marines y otro que es maestro de escuela. Y el senador enfatiza sus valores: “Acabamos de celebrar nuestro 30 aniversario de casados y nada de lo que he hecho hubiera sido posible sin el apoyo de mi mujer y mis hijos”.

Como la conversación se hacía en inglés y, por momentos, desembocaba en español con fluida e intrigante intermitencia lingüística, le pedí al senador que me dijera, en español, cómo se puede bajar impuestos, construir escuelas y reducir el crimen —algo que Kaine logró cuando fue alcalde de Richmond.

“Era un tiempo muy difícil en la vida de mi ciudad, entre 1998 y 2002”, dijo. “Pero mi plan fue atraer a la gente a la ciudad construyendo escuelas e implementando una filosofía nueva contra los criminales y hoy Richmond es un lugar muy especial, ‘cool’. Vivo en Richmond y me enorgullece este renacimiento que estamos viviendo”

El 11 de junio de 2013, Kaine pronunció un discurso en español en el Senado en apoyo de la propuesta de ley de inmigración. Era la primera vez que una cosa así ocurría en el Congreso.

“Fue un día muy especial para mí. Llevábamos dos semanas discutiendo esta propuesta de ley de inmigración y decidí hablar en español porque, como les dije a mis colegas, era importante tomarnos 20 minutos hablando en un idioma que hablan 40 millones de estadounidenses en sus casas. Un idioma que es parte de este país desde la fundación de San Agustín en Florida en 1565, 42 años antes de Jamestown, Virginia…. No es que ahora estemos descubriendo que tenemos raíces latinas. Nuestra nación ha sido una nación con raíces latinas desde los primeros días y sentí que era importante explicar el proyecto de ley en español, solo después supe que era la primera vez que esto ocurría”.

Kaine indicó que el crecimiento de la población inmigrante hispana y de la población asiática, también, “es beneficioso para el estado de Virginia”.

“Tenemos una economía mundial y en la medida en que la población de Virginia se ha internacionalizado nuestra economia ha mejorado”, señaló. “Mi experiencia en Honduras, mi familia de inmigrantes de Irlanda y Escocia, y también el ser testigo del poder de los nuevos americanos en Virginia me ha llevado a ser un defensor apasionado de una reforma migratoria integral”.

¿Y cómo se define? “Como un constructor de puentes”, dice sin dudar. Desde sus tiempos de abogado de derechos civiles hasta convertirse en gobernador de un estado diverso como Virginia, para luego llegar a un Congreso dividido y de mayoría hostil al inquilino de la Casa Blanca... esa experiencia, dice, le hace querer ser cada día más “un constructor de puentes de entendimiento”.

¿Seguro que no quiere ser candidato a la presidencia de la nacion?, pregunté de nuevo. “No he tenido esa epifanía”, respondió.

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